¿Qué sabemos sobre el TDAH?

 ¿Qué sabemos sobre el TDAH?






  Proceso de evaluación del equipo de orientación

En primer lugar se efectúa la demanda bien sea por parte de la familia o por el tutor.
La solicitud de la valoración psicopedagógica por parte de la familia se podrá realizar mediante una carta que será entregada en la secretaría del centro y dirigida al Equipo de Orientación y la solicitud por parte del tutor se realiza mediante un formulario normalizado que el centro tiene o aportado por el Equipo de orientación. La demanda del tutor suele recogerla Jefatura de Estudios, quien establece prioridades de las que sean presentadas.
Si la demanda escrita es considerada pertinente por el Equipo de Orientación, se pone en marcha el proceso de valoración que consiste en realizar pruebas psicotécnicas (mínimo: inteligencia, hiperactividad, neurológicas-derivación a Pediatría-), información aportada por el profesorado, por la familia, observación directa del alumno en el aula por parte del psicopedagogo y adjuntando los informes médicos de los que se dispongan.
Con estos datos se realiza el diagnostico  Finalizado el diagnóstico es necesario emitir un informe un  al centro, que lo archivará en el expediente escolar del alumno/a, y una copia a los padres, quienes serán citados por el orientador para informarle del mismo y obtener su conformidad por escrito en la propuesta educativa si ésta deriva en necesidades educativas especiales de carácter permanente para que el alumno pueda recibir la atención adecuada por los especialistas (Maestro de Pedagogía Terapéutica, Maestro de Audición y Lenguaje, Fisioterapeuta, etc.).
Si los padres firman su acuerdo de las medidas propuestas en el informe se eleva un dictamen al servicio de Inspección de la Zona, el cuál emite su visto bueno en un informe posterior que se envía al centro. Cuando se recibe dicho informe el centro ha de establecer las medidas establecidas para el caso. Esas medidas se concretan en un documento, denominado DIAC (documento individualizado de Adaptación curricular) donde constarán objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluación. En él se deben formalizar las medidas a tomar y la evolución del alumno. Este documento es el eje de intervención y control de la evolución del alumno y sobre el que se debe vertebrar la coordinación de actuaciones de todos los implicados en la educación de ese alumno/a.
El informe contiene unas orientaciones y propuestas que, no siendo vinculantes, sí son pertinentes para guiar la respuesta educativa por lo que debe ser el punto de partida de la intervención. Hay que leerse los informes y procurar priorizar y concretar las medidas a tomar a partir del él. Si se hace de esa forma se consigue, sobre todo, un punto importante para coordinar la respuesta. Esta coordinación es fundamental y se ha de procurar establecerla cuanto antes. Los padres deben solicitarla y aclarar cómo y de qué modo se lleva a cabo por parte del centro.
El alumnado con TDAH generalmente, presenta un rendimiento escolar inferior al que le correspondería por edad cronologica. Además, es frecuente observar dificultades en el aprendizaje de las áreas troncales como es el caso de lengua castellana y matemáticas.
También se puede añadir a lo anterior, un déficit en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, lo que dificulta la relación con sus compañeros/as.


Es fundamental mantener una comunicación frecuente y fluida con la familia de los alumnos con TDAH, para asegurar que se lleva a cabo un trabajo común y coherente.
Los alumnos con este déficit aprenden con más facilidad cuando la lección está planificada y estructurada. Podemos intentar preparar al alumnado para que sepan que actividades irán a desarrollar, explicando lo que más adelante verán y el orden en el que se van a realizar actividades o la secuenciación de la unidad
También deberemos tener presente adaptar los materiales de apoyo al alumnado, sería conveniente dar instrucciones claras, sencillas y directas debido a su baja atención.

Son muy susceptibles a los cambios, por ello debemos entregarle los horarios y si hubiera algún cambio avisarle con tiempo. Además del horario, se deben resaltar los contenidos anteriores, las fechas de examen. Si hubiera una excursión también deberíamos ofrecerle información relevante.

A continuación vamos a ver una serie de pautas para los niños con TDAH
  • Comprenderle y ayudarle, tener una relación positiva entre el alumno y el profesor.
  • Hacerle participar en clase.
  • Mostrar interés cuando está trabajando en su mesa. Acercarse a su mesa habitualmente.
  • Preguntarles habitualmente, que salgan a la pizarra, así conseguiremos que esté más atento.
  • Supervisión constante, mirarlo a menudo, encontrar una consigna como tocar su espalda.
  • Si la tarea es muy larga, fragmentarla.
  • trabajar con las TIC
  • Captar su atención buscando estrategias mediante el contacto físico y visual.
  • Anticipar y prevenir situaciones que puedan presentar problemas.
  • Supervisar de manera especial en los exámenes, darles más tiempo y realizarlos orales si lo requiriese.
  • En clase podemos situarlos en primera fila
  • Asignación de los deberes y tareas en un formato simple y claro.
  • A la hora de trasmitirles los deberes en vez de escribirles en la pizarra, es mejor darles fotocopias. En los exámenes, es preferible entregarles unas fotocopias con los ejercicios.
  • Si hay alguna descripción que queramos que se aprendan y que no está reflejada en el libro debemos asegurarnos que la tengan escrita en el cuaderno o en los márgenes del libro.
  • Realizar periódicamente entrevistas individuales con el alumno, de seguimiento y motivación de su trabajo.
  • metodología será muy variada y visual
  • Situar los pupitres de modo que se reduzca la dispersión.
  • Sentarle en un lugar tal que le podamos tener vigilado, lejos de distracciones y de las ventanas y junto a compañeros en los que se pueda apoyar



  En cuanto a las adaptaciones curriculares

Se trata de una estrategia educativa, dirigida a alumnos/as con necesidades educativas especiales, que consiste en la adecuación del currículo de un determinado nivel educativo, con la finalidad de hacer que determinados objetivos o contenidos sean más accesibles a un alumno o incluso eliminar aquellos elementos del currículo, que les sea imposible alcanzar debido a las dificultades que posea. Se trata de tener en cuenta las características y peculiaridades del alumno/a a la hora de planificar la metodología, los contenidos y, sobre todo, la evaluación.
El concepto de adaptación curricular es amplio: partiendo de él podríamos hablar de diferentes niveles de acomodación, es decir, de diferentes niveles de adaptación curricular. El currículo escolar propuesto por las administraciones educativas adquiere un carácter abierto, flexible. Esta concepción permite la puesta en marcha de un proceso de adaptación curricular desde el primer nivel de concreción  hasta la adaptación curricular individual o de grupo. 
Los diferentes tipos de adaptaciones curriculares formarían parte de un continuo, donde en un extremo están los numerosos y habituales cambios que un maestro hace en su aula, generalmente de manera automática y en el otro, las modificaciones que se apartan significativamente del currículo.

En las adaptaciones curriculares no significativas se modifican elementos no básicos del currículo. Son las adaptaciones que se realizan en:
  • La metodología.
  • La organización.
  • El ambiente.
  • Modificar ligeramente los contenidos, pero sin existir un desfase curricular de más de dos cursos.
Las adaptaciones curriculares individualizadas significativas suponen la priorización, modificación o eliminación de contenidos, objetivos  didácticos y además los criterios de evaluación. Se realizan desde la programación y es el resultado a una evaluación psicopedagógica, afectando a los elementos prescriptivos del currículo:
  • Los objetivos.
  • Los contenidos.
  • Los criterios de evaluación.
Las acciones que suelen llevarse a cabo son:
  • Adecuar los objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
  • Priorizar determinados objetivos, contenidos y criterios de evaluación.
  • Cambiar la temporalización de los objetivos y criterios de evaluación.
  • Eliminar objetivos, contenidos y criterios de evaluación del nivel o ciclo correspondiente.
Introducir contenidos, objetivos y criterios de evaluación de niveles o ciclos anteriores.





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