Orientaciones metodológicas sobre discapacidad visual

Orientaciones metodológicas sobre discapacidad visual

- Aproximación conceptual

La discapacidad visual se trata de un término que engloba tanto a las personas que no poseen resto visual alguno, como aquellas otras que pueden realizar diferentes tareas utilizando instrumentos adecuados que potencien su funcionalidad visual. 

Habitualmente se suele utilizar el término deficiencia visual para englobar estos dos conceptos, si bien se trata de dos poblaciones con necesidades diferentes y que, por tanto, requieren de intervenciones igualmente diversas. 

Existen factores que influirán en la evolución y normalización de estos sujetos, como por ejemplo: edad de la aparición del déficit, ritmo (progresivo o no), presencia de otra anomalía o enfermedad asociada, resto visual que permanezca, actitud de la familia, etc.

- Legislación 
En función del caso concreto de nuestro alumnado deberemos tener presente la ley, para ello podemos consultar:


La Baja Visión describe una anomalía visual que restringe la capacidad de realizar tareas visuales en el día a día. Este impedimento no puede corregirse con gafas normales, lentes de contacto o intervención médica.
Algunos tipos de anomalía visual son la pérdida de agudeza visual y la pérdida de campo visual.
Aunque existen distintas definiciones, y unas son más utilizadas que otras, el trabajo se ha centrado en la proporcionada por la OMS:
Una persona tiene baja visión cuando tiene una agudeza visual (AV) inferior a 6/18 (0,3 decimal) en el mejor ojo con la mejor corrección posible, o un campo visual menor o igual a 10 grados desde el punto de fijación, pero que usa, o puede llegar a usar potencialmente la visión para planificar y realizar una tarea.
Por otra parte, en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-10), en el año 2009, se suprime el término “baja visión” y la función visual se subdivide en cuatro niveles:

• discapacidad visual leve o no discapacidad visual (AV ≥ 0,3)
• discapacidad visual moderada (AV < 0,3 y AV > 0,1)
• discapacidad visual severa (o grave) (AV ≤ 0,1 y AV ≥ 0,05)
• ceguera (AV < 0,05)

El daño se produce en la mácula, que corresponde con la zona de visión central de la retina y es la zona del ojo con mayor resolución de detalle. Esto ocasiona escotomas (zonas donde existe pérdida total o parcial de visión) en la zona central de la retina.
En este tipo de patologías es común encontrar problemas para:

  • la visión del detalle o letras de tamaño pequeño
  • la escritura
  • reconocer rostros
  • realizar manualidades
  • coser
  • ver la televisión
  • número del bus
  • carteles de información
  • reconocimiento de los colores

Sin embargo, otras actividades como los desplazamientos y la orientación, o percibir correctamente estímulos visuales de gran tamaño no suponen, por norma general, grandes dificultades salvo en calles muy transitadas y/o desconocidas.

En este caso el daño visual es generalizado, percibiendo una imagen sin escotomas pero borrosa, lo que imposibilita una visión eficiente. La sensibilidad al contraste está reducida, por lo que objetos que presentan bajo contraste entre sí son más difíciles de diferenciar. En una visión borrosa hay que tener en cuenta que el grado de borrosidad es variable.
Las dificultades asociadas a este tipo de patologías son muy variables, y comprenden algunas como poder reconocer estímulos que requieran resolución de detalle, con poco contraste relativo, saturación de los colores, orientación, o dificultades en la realización de las actividades de la vida diaria.

Las patologías causantes de este tipo de defecto se encuentran las enfermedades corneales y las cataratas, así como aniridia o uveítis.
- Las necesidades educativas especiales
Las necesidades educativas especiales se fundamentan en la necesidad de adecuar la respuesta a las particularidades que planteen los alumnos/as para su proceso educativo.
Un alumno/a presenta necesidades educativas especiales cuando posee más dificultades  que el resto de los compañeros/as para acceder a los aprendizajes que se determina en el currículo que le corresponde por su edad cronológica, y necesita para compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/o adaptaciones curriculares significativas en varias áreas del currículo.

El sistema educativo debe responder con una serie de actuaciones, poniendo los medios necesarios para que la inclusión educativa sea real y efectiva.

- Ampliaciones
Las ampliaciones son más cómodas y sencillas de leer, el campo visual está menos restringido y proporciona una mayor distancia de trabajo. Para ampliar los textos o dibujos podemos usar:
– Fotocopias ampliadas: Permiten la lectura de textos sin necesidad de usar continuamente una lupa y haciendo que la distancia de trabajo sea mayor. Tiene el inconveniente del tamaño al ser mayor puede haber problema de ubicación del material ampliado en el pupitre, y de la calidad de la fotocopia, en muchas ocasiones los dibujos en color quedan manchados. La ampliación que hagamos va a depender de la capacidad visual del alumno.
– Telelupa: Es un monitor con una cámara de vídeo que recoge la información impresa, apareciendo en la pantalla ampliado, es el aparato que más aumento posee, permite una postura cómoda para la lectura, aunque su uso excesivo llega a fatigar al alumno.
– PVO: Es de menor tamaño que la telelupa y por lo tanto transportable, tiene una cámara lectora que reproduce un texto ampliado.

- Instrumentos

Mejoran el uso de la visión están destinados a perfeccionar la iluminación, el contraste y la postura de trabajo.

- Materiales
Rotuladores negros, papel de filtro amarillo para colocarlo encima del papel normal, tiposcopio que se usa para no cambiar inadecuadamente de renglón en la lectura, cuadernos pautados etc.

- Adaptaciones curriculares
Son aquellas adecuaciones que hacen referencia al establecimiento de la temporalización necesaria:
- Dar prioridad a objetivos, contenidos y criterios de evaluación
- Aprendizaje del braille
- Aprendizaje de orientación y movilidad
- Mejora de la calidad gráfica de los alumnos de baja visión que comienzan a usar ayudas ópticas.
- Modificar la temporalización de los objetivos y criterios de evaluación.



- Evaluación
-  Emplear la evaluación mediante procedimientos orales, cuando no exista un manejo adecuado del braille.
- Utilizar exámenes ampliados para el alumnado de baja visión o Trascripción de los exámenes al código braille.
- Realizar las evaluaciones en máquina Perkins y su posterior trascripción
- Concesión de más tiempo para la realización de exámenes o reducción del número de preguntas.

- Medidas ordinarias
Se consideran medidas ordinarias las que no suponen una alteración significativa de los elementos esenciales del currículo. Se subdividen en medidas generales y ordinarias.
En estas medidas podemos encontrar las que afectan a la organización de tiempos y espacios en el aula.
Será preciso otorgarles más tiempo para la realización de los ejercicios que a sus compañeros/as.
También se podrán simplificar las pruebas.
En cuanto a la organización espacial, se debe procurar que el alumno/a ciego esté informado de cualquier cambio en la distribución de los pupitres y de todo el mobiliario del aula para favorecer su movilidad y orientación.
Sin embargo, también se debe evitar que el alumnado quede aislado, por lo tanto debemos favorecer una organización espacial inclusiva, de modo que los alumnos/as discapacitados puedan recibir apoyo de su grupo de iguales.

Otras medidas generales obedecen a aspectos curriculares, como la adecuación, priorización y organización de objetivos, contenidos y criterios de evaluación, atendiendo a las características e intereses del grupo. Así se debe dar especial precisión a las instrucciones y exposiciones orales del profesor/a a la hora de explicar contenidos al alumnado con baja visión.

Una solución que no requiere de instrumentos específicos consiste simplemente en proveer a estos alumnos/as materiales adaptados a través del aumento del tamaño de letra, de contraste, el empleo de fuentes y formas de resaltado claras y fácilmente identificables.
también podemos adaptar los gráficos, mapas, imágenes, etc. aumentando su tamaño y su contraste, usando colores vivos, fáciles de diferenciar, siendo  claros y simples, destacando algunos rasgos o eliminando los detalles superficiales para que el alumno/a concentre su resto visual en lo importante.
Otra forma de aprovechar el resto visual en la escritura es emplear papel mate, o pautado que ayude a guiar la visión del alumno/a, ya que no refleja. Además de fomentar el uso de marcas visibles para organizar mejor de sus apuntes o ejercicios escritos, usando rotuladores, subrayados, etc.

Las actuaciones de seguimiento y cooperación entre departamentos y la comunicación con las familias también se incluyen en las medidas ordinarias generales por su carácter preventivo, y son especialmente importantes en los casos de alumnos con NEE, como venimos insistiendo, para conocer los detalles de cada caso y para actuar en consecuencia elaborando de manera conjunta las medidas y adaptaciones necesarias.
Igualmente, las actuaciones de orientación son de gran importancia para el alumnado con discapacidad visual, que pueden albergar más dudas e inseguridades respecto a sus futuras alternativas educativas y laborales.

Para facilitar la movilidad y acceso a las instalaciones de alumnos con grave déficit de visión, se pueden colocar indicadores visuales llamativos (como cintas de colores) que señalicen la presencia de escaleras, bordillos, etc.
En el campo de las ayudas ópticas, las lupas son un instrumento básico para la lectura u otras tareas que requieran una visión de detalle, mientras que los flexos incorporados a los pupitres mejoran considerablemente la iluminación.
En cambio, para la visión de lejos hay alumnos/as que pueden requerir el uso de telescopios manuales. También podemos destacar el uso de atriles ayuda a corregir la postura cuando el alumno/a tiene que acercarse mucho para leer, evitando que se acerque excesivamente sobre la mesa

Para facilitar el acceso a los ordenadores del alumnado con baja visión, además de las herramientas propias del sistema, que permiten ampliar el tamaño de textos, iconos, menús, ventanas, el cursor del ratón, etc., existen aplicaciones de software que funcionan como lupas virtuales, que puede combinar la ampliación óptica con la lectura sonora de pantalla,

Tal y como se ha venido defendiendo,  la inclusión del alumnado que posee discapacidades no pasa tanto por la adaptación del alumno/a a su entorno como por la adaptación del entorno al alumno.
Esto incluye conseguir que todos comprendan la naturaleza de las necesidades que presentan el alumnado con discapacidad, y cómo es responsabilidad de todos ayudar, en la medida de lo posible, sin olvidar que se trata de personas que tienen las  mismas preocupaciones, ideas y aspiraciones que su grupo de iguales.
Por lo tanto, es una labor de vital importancia trabajar con los compañeros de clase, los docentes, las familias, las instituciones, etc. para eliminar ideas preconcebidas, valorar la diferencia y ofrecer información precisa sobre lo que supone la discapacidad visual y las formas más sensibles de interactuar con los que lo sufren.




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